Hay por ahí un articulista que muy de vez en cuando escribe algo gracioso. El resto de las veces lo intenta. La última vez que lo consiguió fue diciendo que los pantalones cortos eran síntoma de la decadencia occidental. Eso y las subvenciones estatales. Se conoce que es liberal. Si se hubiera limitado a lo de los pantalones, el texto le habría quedado mejor.
Pues bien, yo quiero añadir algo a todo eso. No sé si también será síntoma de la decadencia occidental, pero lo que es seguro es que resulta odioso. Me refiero a los grupos de adolescentes que van por la calle escuchando música con un altavoz. Cualquier persona hormonalmente estable debería sentirse violentada por semejante disturbio estético.
Y puesto que estamos en un momento de restricciones varias, y aprovechando que este gobierno es, como dicen algunos, un gobierno totalitario socialcomunista, pienso que las autoridades competentes deberían emitir una suerte de mascarilla musical. Y subvencionada si es necesario. Amén de una campaña de publicidad con un eslogan del tipo Protégete, protégenos. Usa auriculares. Y esto opino. He dicho.