Tras los sucesos acaecidos ayer en Catalunya, llegados a este punto de represión, propio de las peores dictaduras, el proceso catalán no puede concluir sin éxito. ¿Alguien pensaba que tras infligir al pueblo llano el terror represivo del Estado, se cerraría el proceso, que concluiría, que al día siguiente todos lo olvidarían y vivirían 40 años más silenciados?
Podríamos vender desde el Estado español al resto del mundo, lo que Rajoy le decía a Merkel, eso de “lo tengo todo controlado”.El plan del gobierno del Partido de los herederos del régimen franquista, era claro, mantener el cortijo del abuelo, pasa lo que pase, pese a quien pese, caiga quien caiga. Claro, esto implica saberse intocables. Dispuestos a pisotear todos los derechos humanos, el propio código civil, y todos los tratados europeos con tal de mandar un viejo mensaje a su población, este es “nuestro cortijo por obra y gracia de Dios”.
Evidentemente buscan la capitalización política del conflicto catalán por el resto de España, apelando a los sentimientos inculcados en los españolitos que guardan en su seno interno eso de una “una, grande y libre”. La manipulación informativa, desde el más ínfimo detalle juega un papel fundamental, y por ello, desde aquí apelo a los periodistas, como trabajadores que son, que no permitan que su trabajo quede reducido a una burda acción contra sus vecinos, contra su pueblo.
La Policía Nacional y la Guardia Civil, debieron ser aleccionados y sugestionados para que acudieran con tal actitud, sabedores de su impunidad, se permiten las licencias de vejar, insultar, pegar, amedrantar, torturar, abusar, por encima de sus atribuciones ciudadanas, para generar terror a la par que aleccionan, al más fiel estilo de siempre, desde el golpe de Estado de lo que fue la única legalidad que habríamos de respetar porque nos la hurtaron y nunca la devolvieron.
Ayer el régimen del ’78 decidió poner fin a su triste, errática, y continuista trayectoria que sin duda, la historia juzgará como un régimen impuesto por militares golpistas y gestionados por ex falangistas e hijos de estos militares con apellidos como Saez de SantaMaria, que miran retando a la prensa y al mundo. Han roto el marco aceptado, han pisado su propia legalidad, han perdido toda legitimidad democrática, y se dibujan como un antiguo régimen decrepito, decadente e incapaz de comprender la realidad social y la sociedad civil que contiene en su interior.
Los españoles somos dóciles, miedosos, conservadores, pelotas, chivatos, envidiosos, mediocres, incultos, insolidarios, y sí, en estos días da vergüenza enseñar el dni o el pasaporte en cualquier lugar del mundo. Sólo nos queda, invertir, el rumbo, y levantarnos, y decirle “adeuuu” al ciudadano Borbón, y decirle “adeuuu” a los hijos del franquismo, e iniciar la descodificación del Estado español, y permitir la definición de tantos sujetos colectivos quieran definirse, y que realicen su pacto social, y que libremente aquellos pueblos que lo deseemos nos federemos para construir un Estado nuevo, plurinacional, republicano, laico, y social. Pero claro, esto golpea directamente en lo más sagrado, en el reparto de las tierras que posee la oligarquía española que velan por el legado recibido y que nos costó ya una guerra civil. Pueblos de España, iniciemos un proceso constituyente y reordenemos nuestro Estado, y reiniciemos el pacto social que ha quedado roto para siempre.
Dr. Eduardo Sánchez
Sec. Org. EUIB