jueves. 28.03.2024

Contra el Tenerife, su entrenador y el serrismo

Para gran parte del entorno del Real Mallorca el partido de este sábado contra el Tenerife no será un partido más. El hecho de que en el banquillo del conjunto canario se encuentre Pep Lluis Martí le da una dosis 'extra' de morbo al encuentro, que debe servir a los de Pepe gálvez confirmar la mejora experimentada en la pasada jornada ante el Albacete (2-0).

El que fuera capitán bermellón es desde hace apenas un mes el entrenador de los tinerfeños, en su primera experiencia al frente de un banquillo. Martí arrancó con fuerza (dos victorias consecutivas en un equipo que ocupaba la zona baja de la tabla), pero a esos triunfos le han seguido tres empates consecutivos que han frenado la escalada del equipo.

El recién estrenado técnico, a quien Serra Ferrer 'regaló' una renovación hace dos veranos, se empeñaba meses atrás en seguir jugando en el Mallorca, a pesar de sus 40 años y de múltiples problemas musculares que le restaron cualquier protagonismo durante el pasado Campeonato. De hecho, el ex-sevillista 'amenazaba' incluso con colgar las botas en otro club, algo que finalmente no pudo hacer por falta de ofertas mínimamente atractivas.

Ahora, Pep Lluis Martí tiene ante sí una ocasión única para consagrarse en su nuevo rol de entrenador, en un lugar donde triunfó como futbolista. Lo hará desde el silencio, sin conceder apenas ninguna entrevista a los medios de comunicación mallorquines que, por otra parte, tan bien le han tratado durante su larguísima etapa como jugador bermellón.

Son muchos los que ven en el antiguo capitán la encarnación del serrismo. Y eso, inevitablemente, le da un 'plus' al duelo de este sábado en el que el Mallorca se juega tanto para ver si, de una vez por todas, es capaz de dar un salto y olvidar las penurias en las que lleva instalado desde que arrancó la temporada.

Eso sí, deberá hacerlo sin Brandon Thomas, que será baja en el Heliodoro Rodríguez López. La cita, el sábado a las 20.15 horas.

Contra el Tenerife, su entrenador y el serrismo