No me gusta que se diga que tenemos el Gobierno que hemos votado, porque ello es una falacia, yo no voté a las izquierdas radicales, yo no voté a unos partidos independentistas, yo no voté a la derecha recalcitrante y mal llamada casposa, sólo quedan tres partidos constitucionalistas, a uno de ellos fue mi voto y ambos tres están fallando a la mayoría de los españoles.
Vamos a sufrir mucho física y moralmente con esta pandemia sobrevenida, creo que es hora de olvidarse de monsergas y divergencias y mirar por el bien común de todos y cada uno de los españoles. El bien común está en la unidad de criterios frente a las adversidades. Pero el pueblo está ya harto de tener un Gobierno cautivo de un presidente egocéntrico que dirige nuestro destino atenazado por los compromisos adquiridos para asegurar su poltrona y con ello no le doy la totalidad de la culpa de lo que estamos sufriendo, los otros tres partidos son tan culpables como el Sr. Sánchez aunque en una menor medida por muchas razones y todas obvias. Aún se está a tiempo de solucionar el futuro, el sanitario, gracias a los grandes esforzados y buenos profesionales apoyados constantemente por los componentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, voluntarios anónimos y gentes altruistas, lo vemos claro y salvado, el económico difícilmente pero con más dificultad y muchos sacrificios también se salvará, esperando y deseando que no sean los mas desfavorecidos quienes se lleven la peor parte repartiéndose este sacrificio en forma inversamente proporcional a los beneficios o haberes de cada uno, mientras que políticamente, aquí está la parte más complicada del asunto, la situación es más delicada, el Gobierno actual está fracturado y no hace falta negarlo, se ve a todas horas, y dejar al país en estos momentos en manos de algunas personas más próximas al chavismo y al comunismo es extremadamente peligroso para la mayoría de los ciudadanos al igual que gestionar las decisiones vendidos a partidos separatistas que parecen olvidarse de una verdad imperiosa en estos momentos, la fuerza de la unidad frente a un enemigo común. Habrá el sacrificio personal suficiente para llegar a acuerdos fuertes y puntuales entre los cuatro partidos constitucionalistas y centrados para salir de la crisis de gobierno, hoy evidentemente disimulada que se está viviendo, para romper los pactos del Gobierno actual con los partidos que desprecian a la España que una mayoría desea. Si este sacrificio son capaces de hacerlo, la mayoría silenciosa aplaudirá al Gobierno resultante de este pacto, si es posible, y a no dudar España recuperará su prestigio que viene día a día deteriorándose de forma inequívoca. El Sr. Sánchez tendrá que afrontar una cura de humildad y exponerse evidentemente en su momento a una moción de censura y seguro que aquí en ella, verá si sus compañeros hoy de viaje, son sólo esto o los aprovechados de su propio egoísmo. Todos hemos de mirar hacia un futuro mejor y a no dudar éste futuro está solo en las manos de una mayoría libre y democrática garante de un Estado de Derecho.