Como vulgarmente se dice, cosa que no digo, pero se imagina, quedé ayer después del bochornoso espectáculo en las Cortes.
Crispación y más crispación y peor aún carencia de la más absoluta educación por parte de unos y de otros.
Si los representantes del pueblo y me pregunto en muchas ocasiones, de que pueblo, se enfrentan como ayer lo hicieron que fuerza moral tienen para pedir a sus representados templanza frente a las circunstancias actuales.
Ayer me dio miedo, me dio miedo escuchar las gravísimas palabras de la oposición, que se considera moderada, hacia el Vicepresidente Segundo del Gobierno, evidentemente la deriva tomada por el Gobierno de España es para asustarse, al menos yo quiero explicaciones ciertas, claras y concisas sobre muchas cosas relacionadas con el Covid-19 y sus daños colaterales en diferentes estamentos.
Quiero claridad sobre los acontecimientos que van sucediéndose en las calles, el y tu más, sobre los bulos y sobre los incendiarios demagógicos de masas que de haberlos indiscutiblemente los hay y muy activos, alimentados por fracasadas ideologías extremistas, quiero que en la situación actual todos los políticos remen en la misma dirección a por soluciones, sanitarias, económicas, libres de imposiciones ideológicas y del sistema, demostrando su altura de miras en beneficio de la sociedad civil en todas sus acepciones.
Quiero que después de superada esta parte, quizás la más difícil, se asiente la higiene política en todos los partidos y se juzgue la labor y actuación del gobierno en la pandemia sometiéndose éste a unas elecciones anticipadas y entonces todos los que como corderos, hayan callado y obedecido refrenden o no a quienes en apariencia, hoy están en la más pura deriva social, económica y sanitaria.